4.8. Autores y recursos
El arte óptico es una corriente artística que surge a finales de la década de los cincuenta. Incorpora en obras bidimensionales efectos ópticos que producen sensaciones de movimiento en una superficie bidimensional, situación que implica que el espectador colabora de manera activa, sea desplazándose o moviéndose. Alguno de sus precursores son Victor Vasarely, Bridget Riley y Yaacov Agam.
El arte cinético se basa en los mismos principios pero aplicados a la escultura y a la instalación. Las obras tienen movimiento o parecen tenerlo. Generalmente se pueden clasificar en alguno de estos apartados:
- Estables: obras fijas que han de ser contempladas rodeándolas.
- Móviles: piezas con un movimiento real que hace cambiar su estructura y percepción.
- Penetrables: ensamblajes en espacios reales que hay que recorrer para apreciar su estética del movimiento.
Obtuvo un gran impulso cuando en 1955 la galería parisina Denise René expuso la muestra «Le Mouvement». Alexander Calder y Jesús Rafael Soto son algunos de los exponentes más conocidos del movimiento.
Ambas corrientes artísticas continúan siendo fuente de inspiración para artistas digitales contemporáneos, que han sabido introducir la experiencia de usuario junto a la interacción en sus piezas.