5. Guía 5: sistemas

5.10. Ejercicio final: introducción a las instalaciones interactivas

Ahora que ya habéis hecho un recorrido por todas las herramientas que tenéis disponibles siguiendo este cuaderno para iniciaros en la creación de obras de arte computacionales, os proponemos, como ejercicio final, hacer vuestra propia instalación interactiva.

Para empezar, os proponemos leer el artículo «Introducción a las instalaciones interactivas», de Rodrigo Alonso (también os podeis descargar el volumen 51 de Cuadernos del Centro de Estudios de Diseño y Comunicación, en PDF y con licencia Creative Commons, y leer las pàgines 51-64).

El texto hace una introducción al arte interactivo, habla de los diferentes niveles de interactividad y analiza varias obras clave de diferentes artistas y épocas explicando las características y diferencias. En las referencias hay enlaces a las obras que le permitirán ver fotografías y vídeos para complementar la lectura.

También os recomendamos explorar, por ejemplo, la web personal del creador multidisciplinar Rafael Lozano-Hemmer, en el que puede consultar su trayectoria artística y consultar documentación adicional sobre sus proyectos y exhibiciones.

De origen mexicano, trabaja en Montreal desde 2003. Sus instalaciones interactivas constituyen una intersección entre la arquitectura i la performance. Muy conocido por sus intervenciones en el espacio público, promueve la participación utilizando la robótica, las proyecciones, sensores y redes de comunicación. Teneis más información sobre su obra en Arte interactivo, «2.1 Redescubrir el entorno y sus habitantes».

Rafael Lozano-Hemmer. External Interior (2015).

Después de explorar todos estos recursos que os proponemos, intentad pensar un proyecto de obra interactiva, y hacer una prueba de concepto utilizando Snap !, ED1 o cualquier otra herramienta. No se trata de que el resultado sea una gran instalación como las de Lozano-Hemmer, ya que seguramente no disponeis de todas las tecnologías, herramientas y conocimientos necesarios. Pero sí se puede desarrollar una idea de obra interactiva y explorar el concepto mediante alguna interacción sencilla con las herramientas que os hemos presentado y que estámos aprendiendo.

Documentad toda esta exploración, el diseño y la implementación de la idea, y compartid sus reflexiones y resultados.

Si queréis profundizar más en temas conceptuales, encontraréis más información en el recurso: http://arts.recursos.uoc.edu/programacio-disseny-arts/4-1-portada/

Recomendaciones a la hora de hacer vuestra propuesta interactiva

Cuando empecéis a plantear una pieza de arte interactivo en formato instalación, existen una serie de cosas que debéis tener en cuenta. El componente tecnológico e interactivo de este tipo de instalaciones hace que se diferencien de las instalaciones de otro tipo, como las escultóricas o las audiovisuales, que no utilizan interacción. Los puntos principales que hay que tener en cuenta son:

  • ¿Qué concepto queréis expresar?

En primer lugar, debéis tener muy claro cuál es el concepto que queréis expresar. Si no sabéis por dónde empezar, podéis buscar inspiración en lecturas u otras piezas que os gusten de otros artistas sobre temas que os interesen. Las piezas interactivas a menudo se plantean como una narrativa, es decir, no son obras estáticas, son piezas donde el espectador hace un recorrido, no necesariamente lineal, en el que se requiere su actuación para hacer efectiva la pieza. Siguiendo esta base, podéis, por ejemplo, intentar traducir una moralidad de un cuento o un concepto de un relato que os guste en una pieza interpretativa, o hacer una reinterpretación de un juego. La ventaja de trabajar con una historia o un juego popular es que la gente ya reconoce desde el inicio cómo interactuar con la pieza y a partir de este conocimiento podéis dar la vuelta a la historia o hacer vuestra interpretación personal.

  • ¿A qué tipo de interactores está destinada?

No es lo mismo diseñar una instalación para un público infantil que para un público adulto, parece obvio, ¡pero a veces nos olvidamos! Lo debemos tener muy en cuenta a la hora de establecer la literalidad o la jugabilidad de la pieza.

  • ¿Dónde se instalará?

Si queréis hacer una pieza al aire libre, por ejemplo, no podéis usar proyector si no es de noche, entonces necesitaréis hacerla en un espacio donde podáis controlar la luz o usaréis pantallas. Ocurre lo mismo con algunos tipos de sensores, si usáis una cámara, por ejemplo, dependéis, también, de la luz disponible en la sala. Estos son solo un par de ejemplos de situaciones donde os veréis forzados a tomar decisiones que influirán en vuestra pieza según el espacio del que disponéis.

  • ¿Qué herramientas utilizaréis?

Tenéis que ser muy conscientes de que las herramientas son parte del concepto. No podéis desligar el significado que aportan las elecciones sobre el código o los sensores, entre otras herramientas, que conforman vuestra pieza del concepto que queréis explicar. La tecnología no es neutral, tiene una carga simbólica de la que no os podéis librar, por tanto, tenéis que reflexionar en este sentido sobre qué os interesa.

Por otro lado, también tenéis que pensar en el uso y la durabilidad de las herramientas, sobre todo si son controladores personalizados, ya que puede ser muy frustrante si el espectador llega y está roto o no funciona el sistema.

Por último, siempre deberéis tener en cuenta que, cuando dejáis una pieza abierta a la manipulación del público, probablemente surgirán comportamientos no valorados al inicio de vuestro planteamiento. Os recomendamos hacer muchas pruebas «beta» de la pieza con diferentes personas para ver si obtenéis la interacción o el efecto deseado. Tomad nota, modificad lo que haga falta o tomad apuntes para las siguientes piezas.

Dicho esto, esperamos que disfrutéis y, sobre todo, ¡que aprendáis mucho creando vuestras propias instalaciones interactivas!