4. Guía 4: movimientos

4.5. Arte procesual

4.5.1. Introducción

Jackson Pollock. Photo by Martha Holmes

El arte procesual (o process art) es un movimiento artístico en el que la obra o el producto final no es el centro de atención, sino que se da más importancia al «proceso» de creación. Este proceso puede incluir la investigación, la clasificación, el montaje, la ejecución, etc.

En el arte procesual la preocupación es el «hacer», y en este sentido podemos decir que es una visión del arte como ritual, que entronca perfectamente con las performances artísticas.

Dado que está interesado en el proceso, y este solo implica movimientos, el arte procesual suele contener o mostrar movimientos. De hecho, algunos de sus temas recurrentes son el cambio y la fugacidad.

Los orígenes del arte procesual los podemos encontrar en el expresionismo abstracto, por ejemplo, en las pinturas por goteo (dripping) de Jackson Pollock. Muchas veces la obra de Pollock se expone acompañada de vídeos en los que se muestran las acciones con las que pintaba las telas (action paintings).

Un ejemplo clásico de arte procesual es la obra Camera recording its own condition (1971), de John Hilliard, donde el artista usa espejos para captar la cámara con la que hacía las fotografías. El dispositivo era al mismo tiempo tema central de las imágenes. Este componente de autorreferencia también es muy característico del arte procesual.

Camera recording its own condition (1971)

Pero podríamos buscar antecedentes mucho más lejanos y variados, porque, por ejemplo, la ceremonia del té en Japón o la creación de mandalas en el Tibet son acciones efímeras con un gran componente estético que ponen todo el énfasis en el propio proceso de creación. En este sentido podrían ser perfectamente contempladas como arte procesual.

De todos los tipos de arte que hemos trabajado en estas guías, podríamos hacer una revisión poniendo más atención en el propio proceso de creación y haciendo que este acompañe las obras o productos finales, o incluso que las sustituya. Por ejemplo, hay artistas de arte generativo o interactivo que no solamente muestran la obra acabada, sino que enseñan el proceso y permiten ver cómo esta obra se va construyendo.